6.- Renovar el portarrollos del papel higiénico. Puede parecer una tontería o incluso una obviedad, pero por lo general nos acostumbramos tanto a los objetos cotidianos que usamos a diario que “dejamos de verlos”. Y algunos aún tenemos portarrollos del año de la polca, o incluso de esos de pie que ocupan muchísimo espacio visual y sólo acumulan pelusas y suciedad en la base, que compramos en su día porque no queríamos atornillar nada en los azulejos y preferíamos mantenerlos inmaculados que liberarnos de esos artilugios portarrollos que parecen hasta un robot R2-D2, porque a veces incluyen incluso para poner rollos de papel higiénico adicionales, ¡y hasta el escobillero del inodoro! (parte ésta que merece un epígrafe aparte). En el mercado existen soluciones muy económicas (el último que puse a un cliente costó 14 €) y sencillas de portarrollos que se pegan al azulejo (en vertical o en horizontal), con gran agarre (como los que tienen pegatina de la marca 3M) y en distintos acabados (dorados, acero, en mate y en brillo, y también en negro, tan de moda hoy en día), así que no hay excusa alguna para este cambio.
7.- Cambiar el espejo de encima del lavabo. A veces parece que ese espejo cuadrado o rectangular y soso siempre estuvo allí, pero no tiene por qué ser así. Podemos sustituirlo por otro que sea más original, incluso disruptivo y rompedor, estilo vintage con el marco en madera, o con toque modernista, con curvas, o en forma de sol, que tanto se lleva. La originalidad no tiene por qué tener límites y conseguirás darle un aire y un toque muy diferente a una de las zonas protagonistas del cuarto de baño. Ahora también se llevan los armarios espejos, que proporcionan un enorme espacio de almacenaje y ocupan muy poco de fondo (unos 21 cms de media).
8.- Sustituir la taza del inodoro por una nueva, más moderna y con algún diseño bonito. Las hay de todo tipo de colores y dibujos (divertidos, modernos, infantiles, tropicales…). También las hay en todo tipo de tonos de madera, con una textura y un tacto más templado, lo que resulta más agradable al contacto con la piel. En última instancia, incluso se podría mantener la que se tiene y pegarle un vinilo, que los hay también de todo tipo, para taparla y forrarla entera de lo que se quiera, o algún dibujo divertido.