Cómo he llegado hasta aquí

Cada día estoy más convencida de que cuando uno encuentra su verdadero camino y propósito vital, de repente todo fluye mágicamente y parece que atraes las cosas como si se tratara de una confabulación del universo. Y eso es precisamente lo que me ha sucedido y me está sucediendo.

Soy de Madrid y vivo en Madrid, aunque podría ser de cualquier otro lugar de nuestro maravilloso país o del mundo, porque me adapto y me integro con facilidad a los entornos, a las costumbres y a la gente. Amo la diversidad y lo diferente, y mi espíritu aventurero e inquieto tengo claro que también me ha traído hasta aquí.

Estudié la carrera de Periodismo allá por los 90 y trabajé y colaboré con distintos Medios de Comunicación durante todos los años de la carrera (Diario YA, Agencia Colpisa, Marie-Claire, Revista Dinero…). Al terminar hice un Máster en el Diario ABC, donde pude ejercer como becaria y redactora durante un año y medio en la Sección de Sociedad, y de allí me fui de la mano de Luis María Ansón a formar parte del equipo que integraría la Redacción del nuevo Diario La Razón.

Tuve la enorme suerte y oportunidad de crear desde cero y dirigir la edición digital de un periódico nacional, cuando todo lo online estaba aún muy incipiente en nuestro país.

Tras dos años de duro trabajo con jornadas nocturnas diarias de 14 y 15 horas y unas ojeras de búho impropias de alguien que aún no había llegado a los 30, llegó el boom de las punto.com y me ficharon para llevar el Canal de Noticias y Actualidad de un portal llamado eresMas.com, actualmente Orange.

Después de otros dos años de intenso trabajo y jornadas interminables, creo que me quemé del todo. Al fin y al cabo, llevaba once años trabajando sin parar, ¡desde los 18!, mientras casi todas mis amigas se lo habían pasado pipa en los años universitarios. El caso es que mi mente y mi cuerpo necesitaban parar.

Me fui a vivir al campo y allí recuperé la esencia de las cosas sencillas y el “vivir lento”, y pasé unos años de crecimiento personal maravillosos, combinando la escritura de cuentos, relatos, poemas y una novela, con multitud de actividades culturales y el voluntariado activo en una ONG increíble llamada Basida, donde impartía talleres de creación literaria y luego de cine.

Así que 2022 sería mi año del cambio, del giro de trayectoria, de reinventarme y cambiar de tercio. Una madrugada, brujuleando cursos y masters sobre Interiorismo y Decoración en Google, me topé con un artículo sobre Home Staging, unos palabros de los que nunca había oído hablar hasta ese momento, pero que me aceleraron el corazón en cuanto los leí. Y entonces SUPE QUE ESE ERA MI CAMINO. Recuerdo que eran las tres de la madrugada y le escribí un whatsapp a mi marido para que lo leyera a la mañana siguiente y que decía: ¡Lo he encontrado, lo he encontrado; al fin sé lo que quiero hacer y cuál es mi camino!

Y así fue. Si por algo me he caracterizado siempre es por luchar y trabajar y ser perseverante para conseguir aquello que quiero. Tras un tiempo de Formación, sobre todo en la Escuela de Anna García, Home Staging School, y de otros cursos más, me puse manos a la obra hasta conseguir lanzar mi gran proyecto personal y profesional, al que, tras darle muchas vueltas, bauticé con el nombre de “Ponle Alma a Tu Casa”. Porque creo que es la razón de ser de casi todo lo que hago y quería un nombre con el que identificarme y con el que me gustaría que se identificaran las personas que busquen y contraten mis servicios. Porque quiero y busco esa cercanía con todo lo que me rodea, con los demás. Porque me importan de verdad las PERSONAS, y me gusta conocer sus necesidades y sus anhelos. Porque quiero hacer proyectos al alcance de todos los bolsillos. Y porque creo completamente a ciegas en la magia del Home Staging, porque lo he visto y lo he vivido en primera persona, la transformación que consigue y sus resultados. Tanto es así, que me sigue costando creer que en España no sea algo ya completamente extendido, como puede ser en Estados Unidos, donde no se concibe una inmobiliaria o una promotora sin un departamento de expertos en la materia, dedicados a preparar la imagen de las casas que venden o alquilan antes de sacarlas al mercado y enseñarlas a los potenciales clientes.

Y aquí estoy, en una nube, viviendo este sueño apasionante, dando rienda suelta a mi creatividad a través de los hogares de otros, dotándoles de esa alma que hará que otra persona se enamore de sus casas nada más verlas, con el orgullo que eso me produce, sintiéndome como una especie de hada madrina con una varita mágica que es capaz de convertir a Cenicienta y una calabaza, en una princesa de cuento.

¡FELIZ Y A POR TODAS! 😉