Una de las claves del Home Staging es la despersonalización. A diferencia de la decoración personalizada, que refleja el gusto y el estilo del propietario, el Home Staging busca crear ambientes neutros para conseguir llegar al mayor número posible de personas y que permita a los compradores potenciales visualizar su propia vida en el espacio. Esto significa eliminar elementos personales como fotografías familiares y objetos religiosos o deportivos y optar por una paleta de colores y un mobiliario siempre en tonos neutros o con pequeñas notas de color, que atraigan a una amplia audiencia.
Decoración: la expresión personal en el hogar
Por otro lado, la decoración de interiores se centra en la expresión personal y la creación de un ambiente cálido, acogedor y estéticamente agradable en el hogar. A diferencia del Home Staging, que tiene un objetivo específico y comercial, la decoración es un proceso que refleja el estilo y la personalidad de los habitantes de la casa y cuyo objetivo es su disfrute.
Los decoradores de interiores suelen trabajar en estrecha relación y colaboración con los propietarios del inmueble, para entender sus gustos, preferencias y necesidades. Luego, utilizan multitud de elementos, como muebles, textiles, colores y accesorios, para transformar el espacio y crear una atmósfera que resulte confortable y esté acorde con esos gustos y necesidades de las personas que habitan la vivienda.