Pese a quien le pese, pero creo que este dato es crucial para los que nos dedicamos o estamos implicados en el negocio inmobiliario: el 95% de las decisiones que tomamos los seres humanos son emocionales y no racionales.
Si tenemos gente invitada en casa para comer o cenar, nos esmeramos en preparar ricos platos con buena presencia, para que gusten y nos halaguen. Nos arreglamos a diario para gustarnos y gustar y que incluso se enamoren de nosotros si buscamos pareja. Elegimos o vamos a restaurantes buenos y bonitos, para disfrutar y pagamos encantados la cuenta. Si nos planteamos vender el coche, lo limpiamos para que tenga la mejor presencia posible y poder venderlo al mejor precio. ¿Y por qué no hacemos lo mismo cuando nos planteamos vender o alquilar nuestra vivienda?
¿Por qué parece que nos cuesta tanto hacerlo con la compraventa o el alquiler de nuestras casas?
Por si hicieran falta más motivos, veamos las cifras y datos que maneja la Asociación Española de Home Staging (AHSE).